UN VALOR IRREEMPLAZABLE


El valor de una carta escrita a mano jamás podrá ser reemplazado por las formas de comunicación modernas. La tinta con la que se escribe el mensaje nace en tu alma, se desplaza por tus venas, pasa a través de la pluma y termina plasmada en el papel. Una pequeña parte de ti se queda impregnada en la carta cuando tus dedos rozan el papel. Y esa pequeña parte de ti, algo intangible, viaja hasta llegar a otras manos. Y cuando la carta finalmente llega a su destino, el papel que rozó tu piel ahora roza la piel de tu ser querido, las letras reflejan los sentimientos sinceros del amor, y dos almas se conectan a través de un papel; y eso es realmente irremplazable.

— Tony E. A.

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