No se supone que todo dure para siempre. Tampoco se supone que todo se convierta en algo hermoso. Es por eso que algunas personas sólo son pasajeras en nuestro camino, y debemos aceptarlo. Pasan por nuestras vidas únicamente para enseñarnos valiosas lecciones, para enseñarnos a valorarnos más, para mostrarnos quién podemos llegar a ser, y para hacer crecer nuestro amor propio. Y aunque esas personas no llegan para quedarse en nuestras vidas, aun así, debemos agradecerles por todas las lecciones que nos dieron, ya sean buenas o malas, para después dejarlos ir y seguir adelante.
— Tony E. A.
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