RÓMPETE


No permitas que nadie te rompa, pero rómpete las veces que sea necesario por tu propia cuenta. Recuerda que las veces que te rompes, no son de ninguna forma un indicador de tu nivel de fuerza. Rómpete tantas veces hasta que te des cuenta de que realmente no estás rota. Rómpete hasta que entiendas que a veces es necesario romperte para comprender que puedes manejar más de lo que crees. Rómpete hasta que te des cuenta que, incluso siendo pedazos, estás más que completa. Rómpete, y date cuenta de tu verdadero potencial.

— Tony E. A.

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