Nunca guardes resentimientos. Cargar con rencores no vale la pena. Mientras más te aferras al rencor, más rápido te marchitas. Mientras más piensas en ello, más pesada te vuelves. Perdona a todas las personas que te hicieron daño. No lo hagas por ellas, hazlo por ti. Quizá ciertas personas no se merezcan tu perdón, pero tú sí mereces tener paz mental y estabilidad emocional en tu vida. Mereces liberarte de toda la toxicidad con la que te han contaminado. Envenenaron el aire que respiras, y ya es hora de que lo purifiques. Ya es hora de que vuelvas a respirar aire fresco. Libérate. Suelta todos los resentimientos. Déjalos ir; aferrarte a ellos sólo retrasará tu progreso. El pasado, pasado es. Hoy te toca disfrutar el presente. Y mientras menos pesos innecesarios cargues, más fácil te será volar.
— Tony E. A.
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