PRINCESA SALVAJE


Y cuando el caballero con resplandeciente armadura finalmente apareció, se dio cuenta que la princesa que se suponía debía estar en apuros, no esperó a ser rescatada. Ella ya se había salvado por su propia cuenta, porque ella había aprendido a ser una princesa salvaje y valerse por sí misma. Ella aprendió a ser el dragón. Más guerrera que princesa. Y más hoguera que indefensa.

— Tony E. A.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario