NO HAY NADA MÁS DOLOROSO


Ahora sé que el daño que nos hicimos fue suficiente para que mis recuerdos ya no lleven tu nombre, y tus recuerdos ya no lleven el mío. Ahora sé que las palabras hieren, pero no matan; y no hay nada más doloroso que vivir muriendo.

— Tony E. A.

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