ESPOSA DE MI ALMA


Y si nos casamos con el alma; aceptamos querernos eternamente sin condiciones ni restricciones. Únicamente nosotros dos siendo presas de nuestra locura. Y si nos convertimos en el sueño más anhelado por la vida misma, y derramamos estrellas de cariño. Y si tú y yo dormimos en magia, siendo lluvia y primavera, rosas y praderas, durazno y milagro.

—Tony E. A.

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